La fruta recibida es evaluada para determinar si cumple con las especificaciones de calidad y disponer su aceptación o rechazo.
En caso de ser aceptada, se procede a su almacenamiento hasta su posterior proceso.
Antes de iniciar el proceso, la fruta es seleccionada continua a un proceso de cepillado y lavado final siguiendo nuestras políticas de calidad e Inocuidad.
La fruta se dirige al área de donde la pulpa es separada de sernillas y cascaras y se despulpa.
Luego el producto es sometido a un proceso de pasteurización, para eliminar los microorganismos sin modificar la composición y cualidades del producto.
El producto pasteurizado pasa a ser envasado inmediatamente en la presentación requerida por el cliente (bolsa, litro, galón, tambor metálico), y se lo traslada a las bodegas de almacenamiento y posterior despacho.